Compartimos, creamos, trabajamos, reímos y fuimos
construyendo una ilusión común que cada vez se hacía más grande porque detrás
había experiencia, ganas, motivación y de repente llegó un día, el 13 de marzo
y todo esto se paró.
Intentamos mantenernos ilusionados pero vimos que cada vez
todo se hacía más complicado. Enfermedad, ERTE, confinamiento, palabras que
adquirían un significado totalmente diferente al que tenían y que cada vez se
hacían más cercanas.
Y pasó un mes y una semana y llegó una fecha señalada en
nuestra vida, marcada a rojo en nuestro calendario y no ocurrió lo que tenía
que ocurrir y no pasó lo que tenía que pasar, 23 de abril de 2020, un día más para muchos que tenía un
significado especial para nosotros.
Seguirán pasando las semanas y ese día, esa fecha tan
especial habrá quedado atrás. Nos encontramos en un mundo que nunca pudimos imaginar y cuando nos despertemos de todo
esto, ya no seremos los mismos, habremos dejado atrás situaciones sin vivir, momentos
sin compartir… pero nadie nos quitará todos esos días, semanas y meses de
sueños, experiencias e ilusiones vividas, todo ello nos acompañará toda la vida
y con eso nos quedamos.